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  • Writer's pictureMidangelí Haydée

La Cama


A veces es bien delicioso sentir cansancio porque la satisfacción de saber que vamos a reposar nuestro cuerpo en una cama tan deliciosa es uno de los placeres más exquisitos del mundo. Colocar la cabeza en la almohada, sentir las sabanas abrazar tu cuerpo, la sensación de que obligatoriamente tienes que colocar un pie dentro de la sábana y otro afuera para sentir la perfección de la comodidad y una temperatura habitable para dormir. Esto y muchas cosas más de las cuales sentimos satisfacción cuando reposaremos nuestro cuerpo para desconectarnos de lo que ha sido el día de hoy.

Dichosos aquellos que duermen lindos, cómodos y ocho horas completas. Lamentablemente para nosotros los pacientes, es una de las incertidumbres más certeras que existe. Porque sabemos que nos da insomnio, pero no cuál noche nos tocará velarle el sueño a nuestro acompañante. No sabemos cuál de todas las noches sentiremos cansancio, fatiga y hasta sueño pero simplemente nuestro cuerpo manda y dice que no dormiremos. La noche en que con todo y el cansancio del mundo tenemos la adrenalina y el tiempo para limpiar la casa dos veces. Inclusive, puede ser que durmamos por una o dos y luego despertamos y no podemos volver a conciliar el sueño.


Y cuando llegan estas noches, la cama se torna en un enemigo más de mi condición. Porque a veces, la ansiedad de saber no me quedo dormida es tanta que realmente esa ricura y amor que le tengo a mi cama porque en ella reposo mi hermoso y tan adorado cuerpo se desvanece. No encuentro cómo hacer la cama mi aliado. No encuentro la posición perfecta para desconectar mi mente e irme al mundo de los sueños. No alcanzo la relajación requerida para una serenidad absoluta y disfrutar cómo la sábana arrulla mi cuerpo con amor. Tener una pierna dentro de la sábana y otra afuera no es suficiente para quedarme dormida y completar mis ocho horas de descanso. Y aunque la ansiedad y la depresión pueden ocasionar aún más este síntoma, esto me ocurre aunque tenga un día perfecto, aunque haya hecho cosas que requieren que mi cuerpo agotado duerma y se recupere, aunque haya sido la vaga número uno del domingo, cuando el insomnio se mete en mi cama, sacarlo es una aventura arqueológica como las de Indiana Jones™.

9:00 p.m.Ya no puedo más mi amor, me voy a ir a dormir. Aah… ¡Qué rica está la cama! Este es el spot. ¡Qué rica está la almohada de plumas! ¡No puedo bregar! Aquí es que me voy a quedar dormida. Mi amor, no olvides apagar la luz, please. Gracias, que descanses mi amor, buenas noches.


¡Ay que rica está la cama! Señor gracias por este día tan hermoso, por los momentos difíciles porque de ellos aprendí. Ay, ya se me quiere trancar la cintura, déjame acomodarme. No, peor, vuelve pa’ atrás. Okay, vamos a intentar de este lado. Okay aquí sí, hasta mañana cuerpo. Inhala… Exhala…Inhala…Exhala… ¡BOOM! ¿Qué fue eso? Ah, es Lumis jugando, okay… Inhala…Exhala… Inhala… Exhala… ¿Me tomé la pastilla? No recuerdo. Creo que sí pero maybe fue un sueño o fue el recuerdo de que ayer me la tomé y no hoy. Déjame ir a verificar. Mira, ves, no me la había tomado. Pero, ¿hoy es miércoles verdad? Déjame ver el celular… WEDNESDAY. Mira sí, hoy es miércoles. Pues me la tengo que tomar.


¡Ay que rica está la cama! Déjame ponerme la almohada haciéndome cojín en el cuello para que mañana no me duelan los puntos del cuello porque sino, eso se convierte en migraña. ¡Ay que incómodo! Ugh! Me voy a voltear. No, esto me da dolor en los puntos de la cintura. Okay, vamos para el otro lado. No, hoy no puedo dormir así porque mañana quiero hacer varias cosas y esto me va a activar otros puntos. Mejor duermo boca arriba, me pongo una almohada bajo mis rodillas hasta los pies y vuelvo y le hago cojín al cuello y así no me duelen ni los puntos de la cintura ni los del cuello. ¿Y ahora cómo pongo los brazos? Pues déjame ponerlos a los lados. No espérate, déjame colocar las manos en mi barriga porque así siento mi respiración, me relajo y me desconecto. Exacto, que bien, ahora sí. ¿Pero qué hora es? ¡Las 10:00 p.m.! ¡¿En qué momento?! Okay, no pasa nada, solo relájate, siente tu respiración, mindfulness, estarás bien y mañana será un nuevo día.


Extraño a mis abuelitos. Quisiera verlos. Extraño también a mis amistades, quisiera verlos también, mi segunda familia. Wow, pronto seremos tíos y no hemos podido ver a los padres y ayudar en el embarazo. Esta pandemia me tiene cansada. Me huele a que vamos a cumplir el aniversario de la pandemia en marzo aquí encerrados. ¿Cómo la gente puede estar tan tranquila incumpliendo los protocolos? No, no abras esa puerta, desatarás una furia; descansa y duérmete. ¿La puerta está cerrada? Sí yo escuché a Jesús cerrarla; ¿o eso fue ayer?, no eso fue horita como a las 8:30 p.m. ¿O eso fue cuando abrió la puerta para ir al laundry? Ay, no me acuerdo. Ya él se durmió pero voy calladita y verifico. Cerrada, tú ves Lumis, tu papá cerró la puerta. Jajajaja A Lumis le falta hablar humano. Que descanses Lumis.


Bueno, ahora sí me voy a dormir. Pero como que se me fue el sueño. Déjame acomodarme como horita para relajarme y dormirme porque mañana tengo que hacer varias cosas y si me duermo ahora y me levanto a las 8:00 a.m. tendré ocho horas de sueño porque son…¿qué? ¡las 11:00 p.m.! ¿Pero qué está pasando en esta casa? ¿Estamos en fast forward es? Ya no tengo sueño. Mentiraaa… tengo sueño, estoy cansadísima. Señor, me tengo que dormir, permíteme descansar y despertar mañana. Voy a meditar aquí a ver. ¿Está temblando? Ay no, esa soy yo. Ay Dios… hoy es noche de insomnio al parecer. No puedo dormir. Estoy super cansada y literalmente cuando tomé la decisión para irme a dormir era por el sueño y ahora mira. Mira qué lindo Jesús duerme. Déjame abrazarlo porque a lo mejor en este arrullo me duermo. Qué rico, lo amo tanto. Se ve tan lindo durmiendo. Wow, en verdad tengo que apagar mi mente porque no me deja dormir.


¿Qué es este dolor? Ugh! Voy a estirar mi cuello. Okay, no me puedo levantar para sentarme y poder estirar mi cuello. ¡Ay no! Me tengo que levantar porque si no va a crecer el dolor. Muy tarde… ahora tengo que buscar el arnica. Jesús, mi amor…Jesús…baby…mira, me empezó un dolor en los puntos del cuello, necesito árnica pero no me puedo mover, creo que es por los de la cintura, estoy como trancada. ¿Me puedes ayudar a levantarme? Ah, ¿Lo vas a buscar? Pues el árnica está en la mesa al lado del sofá. Perdóname mi amor, si me hubiera podido levantar no te molestaba. Aagh…gracias mi amor. Yo puedo, tranquilo. Pero, ¿me lo vas a untar? Ay mi amor que bello eres, gracias por ayudarme. Es aquí, donde siempre. Perdón por llorar es que estoy desesperada, llevo rato tratando de dormir pero mi mente ha decidido correr toda la noche y ahora resulta que tengo dolor y que te tuve que despertarte y es que las noches así me ponen mal. Quitarte el sueño para que me ayudes porque yo no puedo hacerlo a mis 27 años es una tortura para ambos. Sí, mi amor, yo sé que lo haces con amor, pero no dejo de sentirme mal por esto… También te amo mi amor. Sí tráeme el abrigo para dormir con él porque el árnica es muy frío. Gracias otra vez por ayudarme. Ayúdame un momentito a acostarme, por favor. Gracias mi amor.


Dios mío, que buen esposo tengo. Yo lo amo tanto. No sé qué me haría sin él. Nadie más haría todo esto por mí o me dejaría que lo levantase en plena noche. ¿Qué hora es ya? Pero la una de la madrugada. Midangelí, tienes que dormirte. Olvídate de las cosas que hay que hacer, de lo que no hiciste, de que si duermes así mañana lo pagas, olvídate de eso, resuelves mañana si total, siempre te levantas como si fuera un lunes. Así que olvídate de todo eso y vete a dormir. ¿Cappiche? Good. Cristo Jesús, pero qué frío. Es el árnica, horita se va. Feeew, me dio calor, déjame quitarme la sábana un poco. ¡Ay! Yo no fui a buscar las recetas nuevas, me caso en na’. Déjame apuntar esto en los Reminders del celular para mañana. “Fibromialgia es acordarte de algo que no hiciste en pleno insomnio” Jajaja. Oye esa cita está buena para un post o un escrito. Mañana la publico. No, déjame coger el teléfono otra vez y anotarla porque se me va a olvidar. ¡Ay mira! Mañana cobro. Pero hoy es miércoles…ah…es que ya es…¡huh! la una y media, por eso me llegó el recordatorio de que cobro. Ay, yo necesito dormir…Voy a orar un poco a ver si me calmo. Déjame tomarme una leche caliente primero que me ayuda a dormir a veces. Qué rica quedó, ahora estoy empachá y llena. Ugh! Ahora menos podré dormir… pero vamos a ver, dije que iba a orar. Padre Nuestro, que estás en el cielo, Santificado sea tu nombre, Venga a nosotros tu reino, Hágase Tu voluntad, así en la tierra como en el ciel…


Se respetan todas las creencias religiosas de cada individuo que lea esta historia.  

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